¿Qué alimentos se pueden confitar en Chup-chup?
Una buena lista de alimentos como verduras y hortalizas –tomatitos cherry, espárragos, puerros, patatas, calçots, ajos, etc.–, pescados, carnes o embutidos. Todo aquello que gane ternura con una cocción lenta y no se desmenuce tras unas horas cocinándose en aceite. Los pescados grasos o azules como el bonito, el salmón, al atún o la caballa, confitan muy bien; es posible que los pescados blancos, más delicados, se deshagan con mayor facilidad; en este caso, si se van a confitar, es mejor escoger trozos grandes, a poder ser lomos cortados en porciones individuales.
Las carnes también se pueden confitar. El lomo de orza, al igual que el chorizo de orza. Cuando confitamos alimentos con proteína animal, carnes y pescados, es normal que suelten sus jugos, algo que no pasa con todas las verduras.
Algunas verduras quedan deliciosas, especialmente las piezas enteras –limpias y cortadas– como los puerros, ajos o alcachofas. Sin embargo, las verduras de hoja, como acelgas o espinacas, no se ven favorecidas con este proceso: al ser tan delgadas quedan demasiado impregnadas de aceite, siendo complicado escurrirlas por completo. Las patatas también se pueden confitar, para servirlas como guarnición o cocinarlas en tortilla.
Las carnes dan las gracias cuando se las confita. Y no solo se puede hacer con aceite: en el caso del pato, se hace en su propia grasa, dando lugar a un confit con un sabor característico y muy fino. La manteca de cerdo también se utiliza para cocinar algunas piezas de carnes y embutidos. Mi consejo a la hora de confitar carnes es hacerlo en trozos grandes, nunca en filetes.
Cómo confitar alimentos en chupchup
El procedimiento es muy sencillo: se preparan los alimentos, se colocan en el recipiente de la olla de cocción lenta y se cubren con aceite de oliva virgen extra.
El aceite utilizado en un confitado siempre se puede reutilizar. En el caso de los pescados, hace una buena salsa emulsionado con sus jugos naturales; las verduras, como puerros o alcachofas, les dan su sabor, obteniendo un aceite aromatizado que se puede utilizar para aliñar y cocinar otros platos de verduras, incluso reutilizarlo para posteriores confitados.
Al confitar tomates cherry, se consigue un excelente aliño para ensaladas: Si has confitado patatas, el aceite, una vez colado, queda listo para nuevos confitados o para frituras. Y si has confitado carnes, ese aceite, con sus jugos, sirve para acompañar las carnes en el plato. Separando y eliminando los jugos y tras un colado para que quede limpio, sirve para cocinar o hacer un nuevo confitado de carne, siempre que se haga pronto, se guarde el aceite en nevera y reutilice una sola vez.
Se suele comenzar a confitar con la tapa puesta, para que el contenido vaya tomando temperatura, pero en la mayoría de los casos es conveniente quitarla cuando se observe que el aceite empieza a formar burbujas. Es importante que sepas que el aceite se comporta de manera diferente a otros líquidos cuando se cocina en olla lenta: puede llegar a hervir mucho y muy pronto, por eso es importante controlar el cocinado y abrir la tapa en el momento oportuno para conseguir una cocción lenta.
Los tiempos son orientativos, por eso es conveniente comprobar el punto de los alimentos. Hay que cortar la cocción cuando el alimento esté tierno y jugoso, apagando nuestra olla y sacando el recipiente de su carcasa. Durante el enfriado se seguirá cocinando ligeramente.
Algunos alimentos se pueden servir al momento –verduras, por ejemplo– otros agradecen un enfriado previo –tomatitos cherry, que van en ensaladas–, y los hay que piden a gritos un reposo de semanas –es el caso del chorizo y el lomo de orza–; como ves, no hay una única fórmula y es necesario atender a lo que diga cada receta o inspirarse en recetas de productos similares.
Conservación, recalentado y escurridos
Cuando confitamos verduras como puerros, alcachofas o calçots, es necesario escurrir las piezas cuando están muy calientes, recién hechas o recalentadas. El calor hace que el aceite se licúe y es mucho más fácil eliminar el exceso que queda entre sus hojas o capas con un escurrido ligero.
Las carnes las cocinamos en piezas grandes que luego filetearemos o en trozos gruesos, de manera que el aceite queda solo en la superficie. Si las usamos en frío, basta con pasar un pincel de cocina por la superficie o quitarlo con papel de cocina. Si las comemos en caliente, la grasa escurrirá con facilidad.
No perdamos de vista que, si usamos aceite de oliva virgen o virgen extra, estamos utilizando una grasa de calidad con propiedades nutricionales que no se degrada con la temperatura aplicada: es un aceite que se puede comer sin riesgos, limitando la cantidad al paladar de cada persona.
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