Ingredientes
1 pieza de panceta fresca de 750 g entera y con piel
4 cucharadas de miel
4 cucharadas de salsa de mostaza a la antigua
25 g de sal
Unas patatas pequeñas
AOVE
Elaboración:
Unta la carne con la miel y la mostaza
Pela las patatas
Coloca todo en la olla y cocina durante 5 horas en BAJA o hasta que la grasa esté tierna y la carne jugosa.
Saca la panceta del paquete y colócala en un plato con la piel hacia arriba. Haz unos agujeros con un tenedor para facilitar que quede crujiente.
A partir de aquí, puedes refrigerarla durante varios días (guárdala con la piel hacia abajo para que quede lisa) o hacerla al momento.
Pon un poco de aceite en una sartén antiadherente. Caliéntala al máximo, coloca la panceta con la piel hacia abajo y baja el fuego a la mitad de su potencia.
Deja que se vaya tostando muy lentamente a una potencia media. Así te aseguras de que se forme una costra crujiente y dorada sin que se queme. Para evitar que se pegue, puedes cocinarla sobre una lámina de papel de horno cortado a un tamaño similar al de la pieza.
Deja que se vaya tostando muy lentamente, durante unos 45 minutos, para que quede crujiente, dorada y no se queme.
Al final, mueve la pieza con una espátula para tostar todas las caras de la panceta.
Coloca las patatas y tuéstalas un poco.
Corta la panceta en porciones con un cuchillo afilado.
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